Pink bizarro.
En una bocanada de humo dos frágiles y deliciosas vidas recién estrenadas ya se extinguen en un mundo nickelodeon, en una pegajosa nube de goma de mascar metafísica y hechiceramente ácida que las hizo bailar y bailar por horas…
¡Ah!, que delicioso sentir la vida a mil kilómetros por hora, lo terrible es cuando el corazón no es turbo nitro carburado, y no se tiene suficiente edad para haber sabido que no se debe mezclar para nada gasolina y “fashion” con metanfetaminas…
Entonces llegan las luces rojas, y la sirena, y en el éxtasis bizarro de la noche Cristal y Andrea se abrazan en el baño, sin darse cuenta que la cuenta es mucho más de lo esperado…
Y de la euforia, al punto muerto del coma absoluto, en salto libre se lanzaron dos mariposas al mundo, y como a Icaro, las alas, derretidas les quedaron por el sol fingido de las luces de neón, y Cristal y Andrea se miran a la cara y caen al piso pegajoso…
El conserje limpia el piso del baño y se encuentra los dos cuerpos tirados, -¡otra vez la puta madre!, dice, mientras se quita con agrado su overall y sacia su bizarra necrofilia…
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