domingo, 8 de noviembre de 2009

Algo de lo que más me gusta...

Vendrá.

Vendrá,
con la lluvia apurada de un invierno tardío
que no supo cumplir con su horario...

Vendrá,
con la boca pintada de besos
y el aroma que tiene el amor
perfumándole las manos...

Vendrá,
y tendrá como siempre el encanto
de las cosas que suceden
cuando menos lo esperamos,
y será rocío milagroso mañanero de los labios...

Vendrá,
y no hará falta que le diga
que la he estado esperando,
sí con los brazos abiertos
sí con los puños cerrados,
como tratando de decirle:
-¡mira la fuerza con que te amo!

Vendrá y traerá suspiros
gorrioncillos alocados,
que vendrán a hacer sus nidos
en los aleros de mis años,
donde quiero que tú quieras
echar el ancla de tu barco...

Vendrá,
sí, y será un hechizo
un resplandor, más que un milagro,
y el instante en el que venga
si Dios quiere y me ha escuchado,
mirándote a los ojos
sosteniéndote las manos,
te daré un millón de gracias
te diré que no fué en vano,
sentarse en la baranda de la vida
a esperar por tantos años,
como niño aquel que espera
que una tarde sin pensarlo,
caiga del cielo una cometa
estrella fugaz, de luz un rayo,
que ilumine los potreros
donde juega en los veranos...

Vendrá, sí,
y cuando venga,
ojalá no esté muy viejo
ojalá no esté cansado,
y ojalá que cuando llegue
si es que llega con los años,
siga siendo el corazón
el motor de los reparos,
las caricias diminutas
los mordiscos en los labios,
la razón para dar gracias
día a día entre sus brazos...

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